ENTRE EL PESIMISMO DE LA RAZON… (Y LA EDAD) Y EL OPTIMISMO DE LA VOLUNTAD
Una de las situaciones que me producen cierta perplejidad es la posición de alejamiento y pasotismo en que se sitúan una buena y cualificada parte de los afiliados de la Agrupación local del PSOE. A simple vista parecería que no les afecta y les resbala el paulatino declive de la organización a la que cotizan. No acuden a las asambleas, reuniones, actos electorales….en resumen tienen una vinculación íntima, afectiva y diríase clandestina con una organización a la que han dedicado su esfuerzo generoso, inteligencia y una enorme cantidad de tiempo no retribuido.
Como les conozco, y sé que su adscripción a esta organización fue fruto del compromiso y del compartir unos sueños e ideales. Ahora, pareciera que aquellos viejos anhelos se han disipado, desvanecido…. O quien sabe si no es fruto del “nicho” personal que cada uno nos hemos construido.
Sucede/ ocurre que quien va camino de ser enterrado es el partido, sobre todo si sigue siendo dirigido por aquellos que han hecho de la política un medio de vida y a los que les interesa el papel que ocupan en el reparto, pasando del argumento y hasta de la interpretación……en resumen creen que la “peli” es buena si la protagonizan ellos... en caso contrario queman el cine.
Entiendo que debe ser fruto del desencanto, de la quemazón producida por los sinsabores y heridas de tantos años de militancia, lo que justifica las posiciones de estos compañeros, ¿y de quién no?, pero, ¿cómo no les quema la sangre, no sienten vergüenza, no les apena y entristece la organización a la que están vinculados?
Ya estamos en el desierto y los dirigentes locales y provinciales trabajan activamente para que el tránsito por el mismo sea más grande. Lo más terrible es la visualización que los indignados del 15M tienen de nosotros, por nuestra colección de “colocaos, apalancaos e imputaos” nos equiparan al PP y ello hace imposible la consideración de cualquier iniciativa o proyecto que presentemos.
Francisco Blanco Romero
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