viernes, 2 de enero de 2015

Las dos caras de Cádiz, Fernando Santiago.

MIENTRAS unos energúmenos irrumpían con gritos e insultos el pleno del Ayuntamiento , unos ciudadanos en la edad provecta aprovechaban sus estrechos vínculos con el Partido Popular para arreglar su lugar de esparcimiento, el edificio del Casino. Así son las dos almas gaditanas. Unos cuantos alterados que quieren tener su momento de fama y unos pocos avezados que se arreglan su sede a costa del dinero público. Apocalípticos e integrados decía Umberto Eco. Las dos caras de la ciudad de los dos santos y las dos vírgenes. Por un lado el PP se parece a Ada Colau: ha buscado la forma de evitar el desahucio de unos conmilitones. Los socios del Casino Gaditano no podían pagar sus deudas y el municipio les compró el edificio de la plaza de San Antonio para que ellos pudieran seguir jugando a las cartas en su interior como si no pasara nada. Una maravillosa solución que para sí quisieran todos los ciudadanos que no pueden pagar su hipoteca: el Ayuntamiento compra la casa y te deja que sigas viviendo en ella. Ya lo saben todos los que tengan problemas para hacer frente a sus gastos. No contentos con esta maravillosa solución , la Zona Franca va a acometer las obras de rehabilitación y mejora del edificio con el estúpido pretexto de un Centro de Negocios que , por la actividad que desarrolla el Casino, más parece un centro de ocio. Lo que no se haga por los amigos no se hace por nadie. Da igual si el Ayuntamiento de Cádiz es el segundo de España que más tarda en pagar a sus proveedores, es indiferente si hacen falta recursos en la ciudad para atender gastos sociales u obras de infraestructura, da igual la deuda que tenga el Ayuntamiento o la Zona Franca, si Cádiz es de las ciudades con más paro de España o si faltan equipamientos y viviendas. El caso es ayudar a los amigos con dinero público. Es natural que la gente se queje. Que lo haga en el pleno, en las redes sociales , que lo haga con derrotismo, con indiferencia o con abulia, bien sea la que quería tener dignidad y terminó en las páginas de interviú o el que se cuela con gorrito y caracolillos dando gritos como poseído por Satanás. Probablemente ninguno de los exaltados que reventó el pleno sabían con exactitud por lo que protestaban. Si por la ley mordaza, si porque gobierna el PP, si porque el PP favorece a sus amigos o para salir en la primera del Diario. Por un lado están los beneficiados del sistema y por otro los que hacen como si protestaran aunque en el fondo quieren lo mismo que los primeros.
(Tomado de Diario de Cádiz)