viernes, 10 de junio de 2011

Descrédito político

La preocupación por la clase política, que lleva ya quince meses en el tercer lugar de las principales preocupaciones de los ciudadanos según el barómetro del CIS, ha escalado nuevamente posiciones y se situó a primeros de mayo al mismo nivel que alcanzó en 1995, al final de la última legislatura de Felipe González y cuando más dura era la oposición de Aznar. Entonces como ahora, los políticos eran citados como un problema por el 21,5% de los encuestados. Además, el gobierno y los partidos, con un 5,4% de menciones, son el séptimo problema del país según la percepción popular, y la corrupción, con el 5% el octavo. En definitiva, no es difícil de ver que existe en el seno de la sociedad una crítica cada vez más airada hacia conductas de la clase política poco magnánimas o carentes de ética. Lo que explica a las claras la razón de que se haya producido un movimiento contestatario de la envergadura del 15M, que, curiosamente y al contrario del mayo francés, no aspira esta vez a derribar el sistema sino a regenerarlo. La lección es tan evidente que se entiende mal la dificultad de la clase política para interiorizarla.


Publicado en La Voz de Cádiz

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