Vivimos días convulsos en la izquierda política española. La severa derrota electoral del partido socialista, y la emergencia del movimiento #15-M han abierto el debate sobre el presente y el futuro de la izquierda política en España y Europa. Asistimos a una de esas necesarias etapas de revisión de ideas, programas, personas e instrumentos para reconstruir el músculo político de la izquierda y poder ofrecer una alternativa creíble y viable a la hegemonía conservadora que recorre Europa. Sin embargo la tradicional dicotomía entre el "renovarse o morir", está parcialmente amputada ante la próxima cita electoral. Los principales dirigentes tienen ante sí la difícil tarea de imbuirse en el debate de la renovación al tiempo que preparan la campaña electoral y su programa. Pero del reto podemos hacer una oportunidad, ya que los progresistas somos conscientes de que la izquierda política tiene que reencontrase con la izquierda social, expresada de forma evidente en el movimiento del #15M, pero también en las aportaciones e ideas de distintas corrientes internas de los partidos, los militantes, los simpatizantes, o los progresistas de diferentes sectores profesionales.
Y para eso hay que atreverse a enfrentar el debate por renovar las ideas por nuevos medios, es decir innovar. La política, los partidos y los ciclos políticos se asemejan más de lo que creemos al ciclo de vida de una empresa o una industria. En éstas se identifican cuatro etapas: la introducción, el crecimiento, la madurez y el declive. Y es precisamente en los momentos de declive cuando tienen que emerger ideas y procesos innovadores para resurgir con renovadas fuerza. El declive pone a prueba la capacidad de regenerarse, de renovar ideas y prácticas, introduciendo mejoras programáticas, organizativas y ajustando los equipos, es decir innovando, pero también emergen actitudes conservadoras en defensa del “status quo” ganando tiempo hasta que “escampe” la tormenta.
Sabemos que el actual momemtum que vive el socialismo español necesita algo más que algunos arreglos. Tenemos que repensar ideas, programa, actitudes, estructuras y personas. No sirve una manita de pintura para acicalar el partido. Estamos condenados a construir un nuevo proyecto político para volver a resurgir con fuerza y volver a conectar con el sector mayoritario de la sociedad. Y para eso hay que innovar, que es el factor crítico de desarrollo en este siglo XXI.
De lo más innovador y fresco que hemos visto estos años es la creatividad y dinamismo del movimiento #15-M, del que se pueden y se deben aprender cosas. Durante las últimas semanas la movilización ciudadana ha venido a rejuvenecer a la sociedad española, y de repente la política y las instituciones han quedado viejas, rancias, ancladas al pasado. Pero no solo hay innovación en la calle, también en el seno de los partidos hay gente muy capaz y con una nueva energía que hay que aprovechar, como la iniciativa “Socialismo Abierto”. Una iniciativa encabezada por un grupo de militantes del PSOE, simpatizantes y ciudadanos progresistas que pretende abrir el debate hacia los nuevos retos del socialismo de cara a la conferencia política del PSOE. Personas pioneras en el desarrollo de la cultura del “open government”, del gobierno abierto, de la transparencia, la participación y la co-creación. Socialismo Abierto pretende lanzar un debate sin liderazgos unipersonales sino colectivos, sin reuniones físicas, buscando la participación política más allá de los partidos y con Internet como nexo de unión y debate. Y da resultado, en pocos días ha conseguido más de mil seguidores en Twitter y ya cuenta con más de 200 personas aportando ideas de forma permanente en diferentes grupos de debates sobre transparencia, participación, colaboración, Gobierno Abierto, Sostenibilidad, Ciber-ciudadanía, creatividad, innovación o la política 2.0 a través de las redes sociales.
Las viejas respuestas no valen, el agotamiento del sistema en su modelo actual nos exige innovación y creatividad, y la irrupción de Internet está configurando a nuestro alrededor una nueva arquitectura de la participación cuyas primeras manifestaciones van desde el movimiento del Software Libre a las movilizaciones del #15M en toda España, pasando por el paradigma del Gobierno Abierto, acuñado por los sectores más avanzados de la izquierda europea y el Partido Demócrata de EEUU. De igual forma, los dogmas y la disciplina de partidos han quedado desbordados por las nuevas formas de representación, que no pueden basarse solo en peticiones de reforma del sistema electoral, sino en nuevas ideas, nuevos relatos, nuevas formas de organización y nuevas ideas. Un modelo nuevo que requerirá tiempo, paciencia y recursos, pero que estará basado en la creatividad y en formas más participativas, deliberativas y directas. Y es que la política como tantos otros órdenes de la vida, está en beta permanente y tiene la obligación de aprender y actualizarse constantemente. Te invitamos a sumarte al debate.
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