lunes, 9 de agosto de 2010

Un paso muy positivo, aunque insuficiente, por GREGORIO LÓPEZ

(Es éste un artículo que escribí y publique en enero del año 1998. Han pasado doce años pero sigue vigente la propuesta? Opina y comenta)

En la discusión política de estos días está teniendo un papel central el tema propuesto por el Partido Socialista de establecer como procedimiento de seleccionar sus candidatos a las próximas elecciones, ya sean municipales, regionales o generales, el sistema de "elecciones primarias".

Esta propuesta no puede comprenderse adecuadamente, creo, sin recordar que los partidos políticos -de manera especial los dos mayores y con mayores posibilidades, por tanto, de obtener la mayoría en las Cortes Generales y, por tanto, de gobernar: el Partido Popular y Partido Socialista- concurrieron a su última confrontación de las elecciones generales del año 1.995 ofertando a los electores, entre sus propuestas más relevantes, compromisos de establecer medidas que vinieran a "regenerar la política....", "dinamizar la democracia...", "renovar los partidos políticos ..."

Que recuerde hasta ahora, casi mitad de la legislatura, ni el Partido ganador de las elecciones, el PP, ni ninguno de sus socios Parlamentarios: convergentes catalanes, peneuvistas y canarios, han tomado iniciativa parlamentaria alguna para cumplir esa promesa. De vez en cuando algún medio de comunicación filtra las divergencias que se dan en la ponencia parlamentaria que viene debatiendo desde hace tiempo la financiación de los partidos políticos, sin haber alcanzado aún acuerdos.

Por tanto, sólo esta resolución aprobada por el último Congreso del Partido Socialista y que el elegido Secretario General, Joaquín Almunia, está dispuesto a aplicar, se puede considerar como una propuesta que viene a satisfacer de alguna forma el compromiso electoral del Partido Socialista.

También se ha de tener presente que el Partido Socialista ya aplicó, con demasiadas restricciones y con exiguos resultados de todo orden, una "especie de primarias" para la selección de sus candidatos a las Alcaldías en las últimas elecciones municipales del año 1.995.

De estos momentos iniciales del debate, cuando aún la Comisión encargada de preparar el Reglamento sobre el procedimiento de elecciones primarias no ha empezado sus trabajos, llaman ya la atención las críticas, las suspicacias, los temores, que está recibiendo este sistema de elección -impropiamente conocido como "elecciones primarias"- ; críticas, suspicacias y temores procedentes de muchos dirigentes socialistas del Partido, intentando así condicionar a la Comisión para que su regulación sea estrecha, pacata, restrictiva y, por ende, inútil para los objetivos pretendidos. (¡Hagan ustedes las leyes y déjenme a mí hacer los Reglamentos!, decía cínicamente el político español)

Este ambiente sospechoso y timorato con el que se le está rodeando la discusión inicial así como el mismo procedimiento de redacción (una Comisión dependiente de la cúpula del Partido) y de aprobación (por el Comité Federal) puede hacer que este
elemento, las "elecciones primarias", por sí ya insuficiente y limitado para democratizar el funcionamiento del Partido (exigencia establecida por el artículo 6 de la Constitución Española) y para iniciar la regeneración de la vida pública española, devenga también en un instrumento estéril e ineficaz tanto para su primer objetivo: la selección de los candidatos más adecuados del Partido Socialista para las elecciones.

Ya que el Partido Socialista ha sido el primero que se atreve a cumplir sus promesas electorales en este apartado de regeneración de la vida pública, ¡hágalo con decisión y osadía, con generosidad y con coraje!. Para ellos lo primero sería que se aplicara ya en todo su proceso de aprobación y tramitación de este procedimiento de "elecciones primarias" lo que ha de ser un objetivo permanente en la Organización Socialista: la participación libre, incondicionada, de sus afiliados en el proceso de redacción y aprobación de ese Reglamento: la propuesta de regulación de esas "elecciones primarias" que redacte la Comisión ahora formada y, una vez "vista" por el Comité Federal, debería ser sometida al debate y a un referendum de aprobación por parte de, al menos, los afiliados del Partido.



Cádiz a 20 de enero de 1998

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