A partir de entonces los aparatos del PSOE han visto a las primarias como algo rechazable (defienden esta tesis, sobre todo los que perdieron con Almunia). Muy al contrario, si se realizan bien, democráticamente, limpiamente, sin interferencias de aparatos y después se respetan los resultados y todos apoyan al ganador o ganadora, este o esta se convertirán en un competidor o competidora con muchas posibilidades de ganar a su oponente de la derecha.
Esa es la lección a extraer de las primarias que van a oponer a Tomás Gómez y Trinidad Jiménez por la candidatura socialista a la Comunidad de Madrid.
(Luis Yáñez-Barnuevo, eurodiputado)
Y en Lecciones del pasado publicado en El País, 18 de agosto, cuenta cómo se desarrollaron alquellas primarias de 1998 ente Joaquín Almunia y José Borrell.
Recordemos: el que era apoyado por el "aparato" en sus distintos niveles perdió frente al candidato que se trabajó y consiguió el apoyo de los afiliados. Termina Luis Yáñez su escrito con la consideración que aparece al inicio de este comentario.
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