Los frentes abiertos en el PSOE discrepan con la cúpula provincial y local del partido
Primero fue el FRESOGA, después Cádiz Socialista y ahora Cádiz Progresista, en la que ya ni siquiera se nombra la palabra PSOE ni ninguno de sus derivados por si las moscas. Los tres frentes críticos surgidos en los últimos años tienen algo en común: Discrepan con la cúpula provincial y local (curiosamente todos los que la integran son militantes gaditanos) e integran a militantes que en su día ocuparon cargos relevantes y ahora son sólo un nombre en las listas del censo del partido, o bien a aquellos que aspiraron toda su vida política a ocupar un puesto y nunca lo consiguieron. Pocos (quizás un par de nostálgicos) quieren en el fondo la integración y el consenso del que hablan y más bien actúan por un odio hacia sus compañeros que gozan de la gloria política eterna por los días de los días. La crítica es muy sana, pero da la casualidad que siempre surge en mal momento y, en esta ocasión, lo que más ha jodido es que se haga justo antes de la presentación de la campaña de la candidata. Es por ello, que quizás este movimiento crítico es más bien un mensaje directo a los que en su día apadrinaron a Marta Meléndez sin el consenso del resto y sin permitir unas primarias que hubiera sido lógico en este caso. No obstante, resulta curioso que quienes más leña al fuego echaron para provocar la convocatoria de primarias (Emilio Aragón y Blanca Flores) no hayan querido sumarse a este Cádiz Progresista de viejas glorias. Quizás porque sí ya han conseguido lo que querían, ir en unas listas fuera como fuese. El tiempo lo dirá. Me decía la semana pasada un antiguo militante que si finalmente esto ocurriese, «apaga y vámonos».
Sigue la información en La Voz de Cádiz.
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