viernes, 23 de septiembre de 2011

Que se vayan

Escribe Fernando Santiago en su blog Con la venia:

El PSOE se ha metido en un mayúsculo lío por el único objetivo de que Paco Cabaña sea diputado en el Congreso. Mientras los ciudadanos se ven sepultados por los problemas, en el PSOE debaten con ardor porque su secretario provincial quiere ser diputado. Todavía no sabemos por qué quiere serlo ni para qué quiere serlo. Sabemos que quiere y dijo ayer que el que no esté de acuerdo que se vaya. Señaló la puerta a todo el que no esté de acuerdo con él. Qué tiempos aquellos en los que Cabaña era el promotor del Grupo Janda que pedía una regeneración del PSOE, una renovación en sus cargos, que nadie acumulase responsabilidades. Ha llevado a su partido en la provincia al borde del precipicio por cuestiones meramente personales. Soy capaz de entender que quiera ser diputado. En política la ambición es la gasolina que mueve casi todas las actuaciones. Me cuesta más entender que lo haga al precio de romper la organización y pedir la salida de todo el que no esté de acuerdo con él.

No tengo nada personal contra Paco Cabaña. Siempre he tenido con él un trato afable y amistoso. Puede que  sus problemas personales le hayan pasado factura. Metió en un lío a todo el Congreso Regional cuando aceptó ir en la lista de la Ejecutiva por la noche y se desdijo por la mañana. Luego adoptó una serie de decisiones en Jerez y Algeciras que han llevado a su partido a perder la Diputación después de 32 años. A continuación forzó la situación para ser el portavoz del grupo socialista en la Diputación (de donde recibe su salario y quien le pone coche y chófer) para unas semana después volver a forzar a todo el partido para ser diputado y provocar una división interna irreversible.
Le deseo lo mejor a Paco Cabaña pero me parece que lleva dos años seguidos cometiendo error tras error. Y lo peor es que los ciudadanos no salen de su asombro viendo a los dirigentes socialistas envueltos en problemas que ellos mismos han creado y que no le importan a nadie.


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