viernes, 22 de junio de 2012

La ciudad del gatillazo, por Fernando Santiago

Si en Canarias llevan una hora menos en Cádiz llevamos diez años de menos, como poco. Cuando en todas las ciudades españolas se hacían variantes aquí discutíamos si eran galgos o eran podencos y tuvimos que esperar 10 años a que nos hicieran el soterramiento y vamos a esperar 20 a que nos hagan el nuevo puente. Cuando se hizo el AVE a Sevilla se discutía cuándo iba a llegar a Cádiz y ahora sabemos que  en realidad no llegará nunca sino que lo harán los mismos trenes AVE pero en velocidad alta y ni siquiera sabemos en qué año.  Cuando todas las ciudades tienen albergue juvenil la Junta de Andalucía dice que ahora no tiene dinero para hacer uno en Cádiz. Llevamos 10 años hablando del nuevo hospital, que si se va a hacer de gran categoría, que si se va a sacar el dinero de las plusvalías del solar del Puerta del Mar, que si se firma un convenio, que si se firma otro, que viene un ministro, que viene una consejera, que viene un presidente de la Junta, que viene otro. Pero nada se sabe de cuándo se hará. La  residencia del Tiempo Libre ha quedado ad calendas graecas, lo mismo que la reforma  de la antigua Escuela Náutica. El Castillo de San Sebastián iba a ser el epicentro del Bicentenario y ahora no se sabe si alguna vez acabarán las obras. En los Depósitos de Tabacos se iba a hacer un centro cultural como el del Matadero de Madrid y por ahora no hay noticias. El local donde estuvo el Gobierno Civil y Radio Juventud iba a albergar un centro administrativo multiusos de la Administración central y nada se sabe si se hará alguna vez. Nos darán un poco de coba, dirán que se está haciendo no sé qué y no sé cuánto , ahora con la socorrida excusa de la crisis. La Ciudad de la Justicia ha sido metida en la nevera para esperar mejores tiempos: ya ni se habla de eso de la cooperación pública privada y otras zarandajas.
El tranvía iba a ser el transporte de la Bahía y ahora nada se sabe de cuándo se terminará, mientras vemos que otras ciudades que ya lo tienen están anunciando su cierre por problemas presupuestarios. Que si calle Real sí o no, que si centro de Chiclana sí o no, que si plaza de España sí o no. El nuevo Parador llega con retraso al Bicentenario. La Avenida Transversal se proyectó hace más de 15 años y ahora habrá que negociar con los propietarios del bloque de viviendas que hay que derribar lo que nos garantiza otro tanto. La UCA tiene en barbecho el Colegio Mayor y el edificio del Olivillo por falta de fondos. El parque de Celestino Mutis se abre 10 años después. El Chalet de San Luis lleva en discusión 30 años y la plaza de Sevilla 10 desde que se diseñó el proyecto y al menos le falta otro tanto.  Del nuevo puente para qué hablar: desde la maqueta de Borrell allá por 1994  ahora vamos a razón de un metro al mes a la hora de empujar el tablero (que llamen a la cuadrilla de Ramón Velásquez, por favor). Como hagamos caso a Rafael Barra y no empecemos a proyectar la Plaza del Mar hasta dentro de cuatro años, se terminará en el siglo XXII. Lo de esta ciudad alcanza niveles alarmantes. Hemos dejado de sonreír: somos la ciudad del gatillazo.

(Publicado en Diario de Cádiz)

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