NO todos los días un premio Cervantes se expresa de esa forma tan llana. Y menos en público. Sucedió en el Salón Regio de la diputación provincial. Era Álvaro Mutis, al teléfono, que nos decía a los reunidos en un encuentro de Café y Brandy con el mundo de la cultura en un Día de la Provincia -19 de Marzo de 2001- que reivindicaba su condición radical de gaditano, que le venía de sus ancestros y que se la habían hecho redescubrir Mari Paz Martín y Manuel de la Torre. "El nombre de Cádiz lo oí muchas veces en casa de mis abuelos paternos desde cuando guardo memoria de mí mismo…-escribió Mutis- Adquirió una cierta vetustez incierta y con la ayuda de Galdós, primero, y luego de Alberti y García Lorca un cierto prestigio que se acercaba ya al campo de lo mágico y lo luminoso…Todavía no me curo -y espero no curarme jamás de esta experiencia deslumbrante, salutaria y ordenadora que fue mi encuentro con Cádiz". Es uno de los tres gaditanos que han conseguido el Cervantes. Los otros son los nombres más grandes de nuestras letras: Rafael Alberti y José Manuel Caballero Bonald. Las estadísticas son equívocas pues dicen que cinco andaluces -Luis Rosales, Rafael Alberti, María Zambrano, Francisco Ayala y Caballero Bonald- son los galardonados. Pero nosotros tenemos un sexto, que no sé si es andaluz, porque es bogotano, pero es indefectiblemente gaditano - Mutis-.
El año 2002 Mutis y Caballero Bonald se reencontraron en Cádiz de la mano de la RevistAtlantica de poesía, que ha sido un vínculo vivo entre los tres Cervantes y entre lo mejor de la poesía del mundo. Fue un encuentro memorable propiciado por José Ramón Ripoll y Jesús Fernández Palacios. Antes, cuando publicó su número 20, -siempre diseñados por Julio Malo de Molina- Caballero proclamó para la revista el Cádiz en el que cree: "Ha seguido siendo universal porque no ha dejado de ser consecuentemente gaditana".
En enero de este año, cuando comencé a escribir estas colaboraciones, coincidiendo con la salida del último y magistral libro de Caballero -Entreguerras- yo me atreví a pedir para él desde estas páginas a las instituciones andaluzas y gaditanas que solicitaran el Cervantes para un escritor "que se había implicado en numerosas causas, muchas de ellas perdidas de antemano. Ha demostrado un talante rebelde y de denuncia del poder, de refutación del discurso oficial, que es la vieja cualidad de los intelectuales y lo ha empleado para despertar las conciencias y para señalar la ausencia de libertad, los atropellos a los derechos y la lucha por la libertad. Es un intelectual de los que echamos en falta. De los que, frente al pensamiento imperante, está a la altura de su responsabilidad histórica".
Alberti representó la España peregrina, Mutis compendia como nadie el universalismo americano y Caballero el estilismo depurado y el dominio pulcro del lenguaje. A todos ellos tuve el honor de entregarles el más modesto título de Hijo Predilecto de la Provincia de Cádiz. Un orgullo que comcompartimos hoy todos los gaditanos.
(Publicado en http://www.diariodecadiz.es/article/opinion/1412752/soy/gaditano/cono.html )
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