lunes, 9 de julio de 2012

El PSOE de Andalucía deja atrás al “pizarrismo”, por Luciano Albarrán


El socialismo andaluz no cuaja un congreso tranquilo ni aun cuando sólo se presentaba una candidatura a la ejecutiva y un sólo candidato a secretario general.
El PSOE andaluz no está para tirar cohetes. Los pizarristas ejercieron su escasa influencia de poco más del 30% para plantarle cara al elegido Secretario General del PSOE de Andalucía, Pepe Griñán. Un fin de semana cargado de puyas directas e indirectas cruzadas sobre todo en los pasillos del congresos y siempre en declaraciones a los periodistas. Parece que el PSOE no aprende de estas cosas y al final sale a la luz todo lo que no debiera, porque está claro que las discrepancias existen en todos los grupos conformados por distintas personalidades, pero no está bien ir aireándolas, entre otras cosas porque el PSOE es el partido que gobierna, junto con IU, Andalucía y lo peor es lo que pueden pensar los andaluces de un partido que se parte en cobre por ocupar sitios en órganos de poder.

Todos los congresos políticos son un baile de presiones para colocar en puestos de dirección a personas de la confianza de las distintas sensibilidades, el problema viene cuando los que quieren ejercer la presión no consiguen en la negociación lo que pretenden, entonces levantan patas arriba el congreso y tildan de antidemocrático, de falta de respeto y demás adjetivos al que no admite su posicionamiento. En este caso sólo cabe decir, que si no estás de acuerdo con lo que piensa una persona, como pretendes que esa persona admita tus postulados, nunca he visto que Rajoy admita a nadie del PSOE en su gobierno y en este caso es algo parecido, creo que existe la misma animadversión entre los propios compañeros que contra sus adversarios políticos. Cuando esto ocurre, hay que dar una vuelta de timón y hacer lo que ha hecho Griñán porque sino esto se convierte en un patio de colegio donde todos gritan y no se oye a ninguno y quienes tenemos que oírlo, los ciudadanos, dejamos de confiar en todos ellos.

Lo que ha hecho el pizarrismo en este congreso es de cobardes, porque si quería un enfrentamiento cara a cara debería haber presentado un candidato alternativo, pero a sabiendas que no conseguirían una mayoría han optado por el pataleo, la rabia y manchar la imagen de un partido que está en sus peores horas bajas. Una pelea de prejubilados que no quieren irse. Ya es hora de que el PSOE cambie el rumbo y aquellos que lo manejaron todo, dejen hacer a la nueva hornada, también tienen derecho a equivocarse.

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