jueves, 24 de octubre de 2013

Lo imposible, por José Pettenghi

UMBERTO Eco se burló de las oposiciones a cátedras universitarias ideando disciplinas imposibles: Hípica azteca, Psicología vegetal o Urbanismo nómada. Es como imaginar, no sé, el waterpolo sobre patines. Imposible. 

Tan imposible como lo que dice Rajoy, que hay que escuchar también a la mayoría silenciosa. Lo dice por desairar a los que, hartos de él, salen a la calle. Y eso es algo imposible, tanto como ver lo que no está visible. 

Pero en Cádiz, ciudad que vive fuera de la realidad, se dan todas las nuevas tendencias en cuanto a pamplinas inverosímiles. Lo último es la actuación en no sé qué acto de un coro 'cofrade-carnavalesco'. Algo imposible, patologías aparte. O es carnaval o es cofrade, digo yo. Como no existe el actor de documentales ni la ONG 'Aduaneros sin fronteras'. Da igual, Cádiz es Cádiz y aquí se ha inventado el coro cofrade-carnavalesco. ¡Por fin, tras siglos de tanteo, se casan carnaval y semana santa, vieja aspiración del alma gadita! 

Aunque, si lo piensas bien, Cádiz es la ciudad de lo imposible y no sólo ha conseguido eso sino un puente en el que nadie trabaja pero que se hace solo. Juraría que las dovelas se ponen solas. 

Imposible es que la ciudad pierda 20.000 habitantes en los últimos años, que aún así haya 18.000 personas desempleadas y no pase nada. O como instalar un parque canino adosado a un monumento nacional. 

Imposibles son las nuevas zonas verdes, que no son sino parkings subterráneos con algo encima, sin que ese algo sea forzosamente verde. Y ello lleva a otro imposible: que se catequice a la gente con un camelo de peatonalización, carril bici y mejora del transporte público -basta con ver sus facilidades y sus precios-, cuando en realidad lo que se fomenta es el aparcamiento de pago, más como negocio que como servicio público. 

Imposible es el superávit oficial de un ayuntamiento que, sin embargo, tiene que pedir un crédito bancario tras otro para pagar a sus proveedores. Lo imposible. 

En fin, que ser gaditano es un acto de fe. Y la fe, como se sabe, no es creerse lo que no se ve, sino no creer lo que se ve.

Publicado en Diario de Cádiz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario