miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Qué está pasando?. por Rafael Román

LEHMAN Brothers, crisis de las subprime, prima de riesgo, rescate de Islandia, Irlanda, Grecia, Portugal… Hemos vivido una cadena de caídas de las bolsas, rescates de países, quiebras y despidos en las empresas, explosión de la burbuja del ladrillo español, naufragio del euro, contracción inmobiliaria, recortes sociales, de dudas sobre la viabilidad de nuestro sistema de bienestar, de zozobra general por el aumento del desempleo…
 ¿Qué está pasando? ¿Hasta dónde y hasta cuando seguirá esta situación? ¿Es el fin del capitalismo? ¿Es la vuelta al siglo XIX? ¿El capitalismo salvaje de nuevo? ¿Se ha roto el pacto social construido en Europa tras la segunda guerra mundial entre demócrata-cristianos y socialdemócratas para establecer un equilibrio entre el capital y el trabajo? ¿Las medidas que se están tomando y que significan un claro retroceso son provisionales, mientras dura la crisis, o son medidas que han llegado para quedarse para siempre? ¿Esto es la globalización? ¿La caída del muro de Berlín y del bloque soviético ha sido la señal para que el capitalismo se considere sin trabas para avanzar su programa oculto? ¿Podemos seguir tratando de competir con regímenes y países que no tienen nuestro sistema de seguridad social ni nuestro nivel salarial? ¿Cuánto tiempo resistiremos esta competencia a todas luces desleal desde el punto de vista social? ¿Nuestros hijos vivirán peor que nosotros? ¿Esta regresión es temporal o hemos entrado en una espiral que acabará con los logros sociales y con los niveles de bienestar logrados tras tantos años de progreso, crecimiento económico y luchas sociales?
 Todas estas preguntas, y muchas más que se hacen los ciudadanos, han creado un clima de incertidumbre, de retraimiento, de miedo, de inseguridad que está siendo aprovechado por los gobiernos europeos de centro-derecha y el gobierno español para hacer un borrón y cuenta nueva laboral con derechos que habían tardado decenios en consolidarse. No caben respuestas simples ni demagógicas pero la situación ha cambiado radicalmente y no tenemos salvavidas a los que asirnos para no ahogarnos. En este clima se convoca la huelga general.
 Los sindicatos españoles, que están ahora en el punto de mira de la derecha parlamentaria, del gobierno y de los medios que giran en su órbita de influencia, han demostrado desde 1977 un sentido de responsabilidad fuera de toda duda. Que nadie dé argumentos falsos. Los sindicatos han hecho huelgas generales a los gobiernos de todo signo político. No son contra España, son ahora como en el pasado -y guste o no- en defensa de derechos sociales.

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