lunes, 11 de febrero de 2013

Un patrimonio desprotegido

El patrimonio gaditano, un año más, se convierte en el telón de fondo de los urinarios públicos.
CÁDIZ. 11.02.2013. La asociación para la defensa y difusión del patrimonio Cádiz Ilustrada denuncia la colocación de urinarios en fachadas de edificios históricos. Dichas instalaciones, sin bien de carácter temporal, alteran la visión de edificios claves en el patrimonio de la ciudad y que además gozan de protección específica. Se trata de bienes inmuebles que, en algunos casos, cuentan con el máximo grado de protección. Son Bienes de Interés Cultural (BIC) cuyos entornos están protegidos de cualquier “actuación que pudiera afectar a los valores propios del bien de que se trate, a su contemplación, apreciación o estudio”, como detalla la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía en su artículo 28.
Es el caso de dos ejemplos concretos. Así, la fachada lateral de la Casa de los Marqueses de Recaño muestra en estos días tres urinarios químicos adosados al edificio que alteran y deslucen la visión de este BIC datado en 1730 y que constituye uno de los ejemplos más sobresalientes de las casas de los cargadores de Indias. Más grave es el caso de la Casa-palacio del Almirante. Este BIC de 1685 (otro de los ejemplos más significativos de casa de comerciantes de Indias) muestra su fachada principal alterada por la instalación de dichos urinarios. En este caso, la alteración es mayor porque dichos elementos enturbian la visión de la gran portada barroca de mármoles rojizos de mármol genovés, al estar colocados justo a la izquierda de dicho vano de entrada.
Otros edificios patrimoniales también sufren la degradación de sus fachadas por la instalación de dichos urinarios, aunque no gocen de la máxima protección. Es el caso de la trasera de la Plaza de Abastos (adosados también a la fachada histórica) o la propia fachada principal de la iglesia de San Antonio. Es por ello, por lo que Cádiz Ilustrada pide al Ayuntamiento de Cádiz que tenga en cuenta tanto la legislación vigente como el respeto al patrimonio y evite la alteración de edificios históricos, aunque dichas instalaciones sean de carácter temporal, ya que existen soluciones alternativas.
En este sentido, esta asociación pide al Ayuntamiento gaditano que respete la Carta de Venecia de 1964, ampliamente aceptada y considerada para la salvaguarda del patrimonio cuando habla en su artículo 14: “Los ambientes monumentales deben ser objeto de cuidados especiales a fin de salvaguardar su integridad y asegurar su saneamiento, utilización y valoración”. Aunque es comprensible la evidente falta de espacio de la que adolece el casco histórico para la instalación de dichas estructuras, Cádiz Ilustrada pide que se respeten los entornos y fachadas de edificios patrimoniales que suponen una evidente riqueza para la ciudad. Máxime en unos días de Carnaval en la que muchos visitantes aprovechan para conocer los edificios y monumentos más significativos de Cádiz.

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